Así lo dejó en claro en una entrevista exclusiva con Aler, el representante ecuatoriano en el organismo, el ministro Andrés Arauz. El funcionario aseguró que el Banco del Sur “se plantea financiar proyectos que son necesidades de nuestros pueblos” por fuera de la “la vieja arquitectura financiera, que nos ha puesto a los países del sur en desventaja”.
En los últimos días los países miembros ratificaron, en un encuentro en Ecuador, su apuesta por el Banco del Sur pese a los cambios políticos que hubo en países como Argentina y Brasil.
El proyecto de un banco propio de los países de América del Sur tuvo su primer gran paso hace casi 9 años. Se planteó como una alternativa al financiamiento generador de dependencia que proviene de organismos como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.
Consultado por Aler sobre el impacto de los cambios de gobierno en Argentina y Brasil en la puesta en marcha del proyecto, el ministro Arauz aclaró que el Banco del Sur “se plantea financiar proyectos que son necesidades de nuestros pueblos, no se discute su orientación sino los proyectos”.
En la reunión realizada en Quito los países miembros definieron el esquema de aportes y los plazos y montos en que se irán concretando.
Arauz explicó que la intención es “reciclar el ahorro de nuestra región para colocarlo mediante créditos, préstamos, inversiones, nueva infraestructura, nuevos proyectos de desarrollo en favor de nuestras poblaciones”.