Tras el secuestro y asesinato del equipo periodístico ecuatoriano en la frontera norte, el gobierno de Lenín Moreno ha implementado una estrategia militar y ya aparecen las primeras consecuencias como los desplazamientos forzados. De acuerdo con cancillería, 700 personas de la frontera salieron de sus casas para buscar lugares más seguros; sin embargo las organizaciones de Derechos Humanos denuncian que son más de 7000.
Nuestra compañera Daisy Masapanta de la Coordinadora de Medios Comunitarios, Populares y Educativos de Ecuador – CORAPE conversó con Fernando López, Director del Servicio Jesuita de Refugiados en Ecuador
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