Desde esta Esquina te invitamos a que mires con otros ojos, la sonrisa y la mirada y escuches con otros oídos los mensajes del niño o niña que tienes a tu lado. Hace rato te esta contando una nueva historia.
Siempre hemos pensado que somos los adultos los llamado a “educar” a los niños y niñas. Y para eso creo que nos hemos programado por años; o para educar como padres, o para educar como maestros, o simplemente asumimos el derecho de educarlos por ser adultos.
Y en esa relación que entablamos con la niñez, nos hemos olvidado de aprender. Si, así de simple. Nos hemos pasado la vida tratando de construir un modelo de infancia que año tras año sigue siendo el modelo a seguir. Un modelo anquilosado y cargado de limitantes; porque casi siempre educamos sobre lo no debido, lo no permitido.
No puedes controvertir la indicación de un adulto, no puedes cuestionar lo indicado por el maestro, no puedes opinar en las conversaciones de los adultos… pero en cambio debes obedecer cada indicación que te dan. Y así nos hemos pasado la vida, diciéndole a nuestros niños y niñas que este mundo lo construyen los adultos para ellos y ellas.
Por nuestras vidas han pasado una cantidad de mensajes a los que no hemos escuchado con atención y uno de los más maravillosos es la forma de pintar el mundo que nos regalan los niños y las niñas. Pintan el mundo aun sin pinceles, sin colores o incluso lo pintan de mil colores, así sus entornos sean grises y hostiles.
¿Cómo podemos desde la adultez comprender a Sebastián? un niño de 9 años, que en su mirada y con su sonrisa refleja que tiene su corazón cargado de amor y esperanza, luego de hacerse cargo de dos de sus hermanos más pequeños, mientras su madre cabeza de familia trabaja para llevar el sustento.
¿Cómo podemos desde la adultez comprender a Carolina? una niña de 11 años. Sigue levantándose cada mañana para ir a la escuela, como un ritual que llena su alma de alegría, cuando es utilizada diariamente como “carrito” por los grupos armados.
Son las realidades de Sebastián, Carolina y miles de niños y niñas que forjan su vida en medio de realidades hostiles creadas por los adultos. Realidades que salen del odio, la venganza, los maltratos, las violencias…. Pero que además replicamos con ellos modelos educativos que coarta la libertad.
Que tal si aprendemos de ellos y ellas a pintar cada día este mundo de mil colores, así nuestros pinceles estén agotados de tanto color marrón. Y que tal si esos colores se convierten en un verdadero arcoíris que ilumina la vida de estos pequeños y los ponga como protagonistas en la construcción de un mundo nuevo, uno donde ellos puedan opinar, pensar y sobre todo decidir… SU PRESENTE Y FUTURO.
Desde esta Esquina te invitamos a que mires con otros ojos, la sonrisa y la mirada y escuches con otros oídos los mensajes del niño o niña que tienes a tu lado. Hace rato te está contando una nueva historia.
Fuente: Editorial agosto, La Esquina Radio.