La coordinadora NO+AFP convocó para el próximo 26 de marzo a la marcha «más grande en la historia de Chile» en contra del actual modelo privado de jubilación.
Se espera que en las principales ciudades del país se realicen distintos tipos de manifestaciones y movilizaciones en rechazo al actual sistema de pensiones impuesto por la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet.
Actualmente en Chile, un país con 17,8 millones de habitantes, poco más de un millón de personas reciben pensiones otorgadas por las AFP. Noventa por ciento de las pensiones son menores a 230 dólares mensuales, un monto muy inferior al salario mínimo local, de 384 dólares.
La mayoría de los chilenos debe seguir trabajando aún después de su edad de jubilación mientras las empresas privadas han obtenido considerables ganancias utilizando los ahorros de seguridad social de los chilenos.
Luego de casi 35 años el modelo impuesto en dictadura de Augusto Pinochet da cuenta que no es de seguridad social sino que es un modelo de ahorro forzado que no está siendo capaz de entregar pensiones suficientes al pueblo.
En Chile seis Administradoras controlan 171 mil millones de dólares en fondos de pensiones, el equivalente a cerca del 71 por ciento del producto interno bruto (PIB) de Chile, de acuerdo con la superintendencia de las AFP. La jubilación media ronda los 300 dólares y la mínima del sistema solidario se sitúa en 132 dólares.
Los trabajadores chilenos deben destinar el 10 por ciento de sus ingresos a cuentas individuales administradas por empresas privadas. Las administradores invierten el dinero proveniente de esos ingresos y les cobran a los trabajadores una comisión por las transacciones y otras cuotas.
El modelo de AFP ha generado un tremendo negociado con las cotizaciones por pensión: hablamos de que 20 empresas en Chile reciben casi 40.000 millones de dólares provenientes de los ahorros de los trabajadores.
Luis Germán Contreras León de Radio Universidad Austral de Chile Valdivia nos reporta.