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El viernes pasado 16 de febrero, el presidente golpista Michel Temer firmó un decreto de intervención federal en la seguridad pública del estado de Rio de Janeiro bajo el argumento de contener la ola de violencia. El comando de las Fuerzas Armadas, a quien tomó por sorpresa el decreto, se reunió para definir el modo de actuación de la institución durante el período.

João Paulo Rodrigues, del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), criticó la decisión del gobierno de intervenir militarmente: «[La decisión] es una respuesta de la derecha brasileña contra el pueblo, contra los trabajadores, también es un modo de desviar la atención de su derrota y transformar el tema de la seguridad, de la represión, en un tema de publicidad para las clases medias que viven atemorizadas», evalúa.

La líder del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) en la Cámara de Diputados, Alice Portugal, entiende que la intervención es una «cortina de humo» para quitar la atención de la dificultad que ha tenido el gobierno de aprobar la reforma de seguridad social, prevista para ser votada hasta fines de febrero.

«El gobierno no cuenta con los votos suficientes, el número de aliados cayó junto con su popularidad, ahora van a intentar imponer esto como excusa, construyen una salida para no votar la reforma de la seguridad social», afirmó Portugal

Rodrigues también aseveró que los movimientos populares seguirán combatiendo la reforma y la intervención: «Junto a otros movimientos, vamos hacer frente a la violencia, a la represión y al genocidio que nuestro pueblo vive en las periferias de las grandes ciudades del país».

Este lunes 19, las centrales sindicales y los movimientos populares realizaron paralizaciones y acciones contra la reforma de las seguridad social. En esta ocasión, también criticaron el decreto de Temer.

Gisele Martins, periodista y vecina de la favela de Maré habló con Radio Brasil de Fato sobre el significado de esta intervención militar. «Una verdadera dictadura dentro de la democracia. Recibimos esa noticia de la intervención y estamos muy asustados y con miedo porque esa intervención no será sólo en la favela de Maré, sino en todas las favelas de Rio de Janeiro», expresó.

El ex ministro de Justicia en el gobierno de Dilma Rousseff, Eugênio Aragão, en entrevista con Radio Democracia, habló sobre el documento del Comando Militar del Este [el interventor designado para la acción] que circula en internet generando indignación popular por destacar que, tras la intervención, cualquier comunidad donde haya narcotraficantes será considerada como «territorio hostil», algo que se estima extremadamente peligroso para los civiles.

Para el ex ministro, a través de la intervención el gobierno está tensionando la situación. «No se trata de la convocatoria a un estado de sitio, pero los militares se están arrogando el derecho de matar».

Dado que la intervención fue determinada mediante decreto presidencial, entró en vigor el viernes pasado, cuando el documento fue firmado por Michel Temer. Por norma constitucional, el dispositivo requiere la autorización del Legislativo. Así, los parlamentarios tienen poder para confirmar o revocar el decreto. Después de la autorización de la Cámara, el Senado brasileño también aprobó la intervención el martes 20 de febrero.

Escuchemos la nota preparada por nuestra compañera Pilar Troya, de Brasil de Fato:

Fotos: Revista documentos El derecho de vivir en paz y Sputniknews.