A pesar del desánimo, del negacionismo y del clima represivo que baja desde el gobierno de Mauricio Macri, las marchas de este domingo a 43 años del comienzo de la última dictadura fueron multitudinarias en Buenos Aires y en las principales ciudades. Frente a un gobierno que repite muchas de las políticas antiobreras de aquellos años, no faltaron los llamados a la unidad de los sectores populares de cara a la elección presidencial que se realizará en octubre de este año.
No importó que fuera domingo, la conciencia de cientos de miles se impuso una vez más para estar en las calles, marchando, recordando, uniéndose y diciendo “acá estamos quienes decimos Nunca Más”. Con las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo a la cabeza y la memoria de los 30 mil desaparecidos, la jornada por memoria, verdad y justicia tuvo mirada latinoamericana y también sirvió para repudiar “la intromisión norteamericana en Venezuela, los intentos desestabilizadores y las amenazas de intervención militar por parte de las autoridades de Estados Unidos”.