El Alto Comisionado para los Derechos Humanos, presentó un informe ante el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, en Ginebra, donde expone las graves violaciones a los derechos humanos que se siguen cometiendo en Nicaragua.
A la presentación del informe fue invitado el gobierno de Nicaragua para que expusiera sus apreciaciones, sin embargo, como en otras ocasiones no asistió ninguna representación estatal.
El gobierno de Ortega en ocasiones anteriores ha rechazado dichos informes porque los considera sesgados e injerencistas.
La persecución del gobierno de Ortega se expresa en una serie de medidas drásticas como la privación de la nacionalidad a centenares de opositores, la negativa de ingreso al país a muchos nicaragüenses, la confiscación de bienes y el hostigamiento y vigilancia a las familias dentro de Nicaragua, señala el informe.
El informe fue respaldado por representantes de la sociedad civil nicaragüenses desde el exilio, quienes pidieron a Naciones Unidas presionar al gobierno de Ortega para que respete los derechos humanos y permita el regreso de los organismos internacionales de derechos humanos.
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