Bolivia atraviesa un escenario de creciente conflictividad social y política de cara a las elecciones nacionales previstas para el 17 de agosto. En este contexto, organizaciones de derechos humanos y gremios periodísticos denuncian un alarmante incremento de agresiones contra periodistas y medios de comunicación. Según datos del Observatorio de Defensores de UNITAS, entre enero y junio de este año se han registrado al menos 76 vulneraciones a la libertad de prensa, un aumento del 30% respecto al mismo periodo de 2024.
Rodolfo Huallpa, responsable del Observatorio, explicó a Contacto Sur que la violencia se manifiesta de diversas formas: agresiones físicas, ataques verbales, estigmatización desde actores políticos y sociales, y una preocupante violencia de género que afecta especialmente a las mujeres periodistas. “No se trata solo de golpes o insultos, sino de acoso sexual y violencia simbólica que daña no solo el ejercicio profesional, sino también la dignidad de las colegas”, denunció.
A este panorama se suma la impunidad. Huallpa señaló que las denuncias formales no prosperan en la justicia boliviana y puso como ejemplo el caso del periodista de Erbol, herido por un petardo, cuyo proceso quedó paralizado en la fiscalía. “No hay investigaciones serias ni sanciones a los responsables”, afirmó. Además, recordó que Bolivia sigue sin cumplir la recomendación del GIEI tras los conflictos de 2019, que instó a crear un mecanismo independiente de protección para periodistas.
Finalmente, el representante de UNITAS destacó que, a pesar de las adversidades, se han fortalecido los esfuerzos de articulación entre organizaciones de periodistas y sociedad civil para denunciar de forma conjunta las agresiones. Sin embargo, advirtió que persisten divisiones internas y la polarización política también ha impactado al gremio, deteriorando la confianza y la calidad del periodismo en el país.
Producción: Inés Gonzáles de ERBOL, Bolivia.