Desde el 1 de enero hasta el 15 de marzo de 2025, Ecuador registra 82 femicidios, la cifra más alta desde que este delito se tipificó en el año 2000. Este alarmante incremento contrasta con la reducción anual de presupuestos para prevenir y atender la violencia de género, dejando en evidencia la falta de políticas efectivas.
Geraldine Guerra, presidenta de la Fundación Aldea y reconocida entre las 100 mujeres más influyentes del mundo por la BBC (2022), denuncia que cada 21 horas una mujer es asesinada en el país. «No solo mata a la persona, nos mata como sociedad», afirmó. Según datos oficiales, 6 de cada 10 mujeres sufren violencia, cifra que en provincias amazónicas como Sucumbíos aumenta a 7 de cada 10.
Nancy Ajila, vocera de la Red de Mujeres Amazónicas, destaca que, pese a leyes como la Ley Amazónica —que destina recursos para combatir la violencia—, su aplicación es casi nula. «Hay normativa, pero no se cumple», señala. Además, alerta sobre reformas legislativas que buscan recortar fondos ya asignados, mientras la crisis se agrava en zonas rurales, donde los femicidios quedan en el olvido.
Ante la inacción estatal, organizaciones exigen que la emergencia nacional por violencia de género, declarada en 2024, se traduzca en presupuestos reales y acciones integrales. «Basta de fotos y discursos, queremos que se cumpla la ley», reclaman. La pregunta sigue en el aire: ¿Cuántas vidas más se perderán antes de que el Estado ecuatoriano actúe?
Informa: Víctor Gómez Barragán de Radio Sucumbíos, Ecuador.