La realidad laboral en Panamá se caracteriza porque el sector terciario predomina al 68% de los trabajadores del país. Este sector incluye servicios comerciales, educativos, administrativos y financieros, y se posiciona como el principal generador de empleo. En contraste, un 16% de la fuerza laboral se desempeña en el sector primario, que abarca actividades como la agricultura, ganadería y pesca, mientras que otro 16% trabaja en el sector secundario, enfocado en la construcción, minería e industrias manufactureras.
A pesar de esta distribución, el panorama laboral en Panamá presenta desafíos críticos. La crisis de corrupción, que provoca una desigual distribución de la riqueza, afecta tanto la calidad como la cantidad de empleos disponibles.
Con la elección del presidente José Raúl Mulino en mayo, crece la preocupación entre sectores populares, ya que temen que las políticas de su administración favorezcan principalmente a las élites empresariales, dejando a un lado las necesidades de la población trabajadora.
Entre los desafíos más urgentes se encuentran la reforma del sistema de seguridad social a través de la Caja de Seguro Social, el cierre definitivo de la minería metálica, el combate a la corrupción y la gestión de la crisis del agua. Estos temas son prioritarios para el bienestar de la clase trabajadora panameña.
En cuanto a la composición de la fuerza laboral, por cada 100 trabajadores activos, 60 son hombres y 40 son mujeres. Sin embargo, el papel de la mujer en el ámbito laboral enfrenta obstáculos históricos, como el sistema patriarcal y la sobrecarga de responsabilidades familiares. A pesar de estos desafíos, las mujeres panameñas lideran importantes procesos de transformación social, principalmente a través de la educación y la toma de conciencia para la acción.
El empoderamiento de la mujer en el sector productivo continúa siendo un reto significativo. La lucha contra la desigualdad de género, la demanda de mejores oportunidades laborales y salariales, así como la promulgación de leyes que protejan sus derechos, son demandas constantes. El camino hacia la equidad es arduo, pero fundamental para garantizar un futuro más justo y sostenible en el mercado laboral panameño.
Informa: Olmedo Carrasquilla de Radio Temblor Internacional, Panamá.