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En Bolivia, los conflictos ambientales cada vez son más recurrentes, y sus afectaciones en las distintas esferas son foco de estudio de la investigación realizada por la Fundación UNIR.

Inés Gonzales, de ERBOL, dialogó con Pablo Ríos, de la Fundación UNIR, sobre la contaminación del medio ambiente y los conflictos que surgen en la población boliviana. Uno de los sectores más violentos y radicales a los que se enfrentan las comunidades son las cooperativas mineras y minería ilegal. El modelo extractivista es uno de los más feroces que devora todo a su paso y causa grandes consecuencias a corto y largo plazo.

Otro de los factores importantes que destacó el investigador, fue el acceso al agua. «La ciudad del Potosí entró en una crisis por la escasez de agua en el sector urbano, estamos hablando de problemáticas que afectan a las grandes ciudades, y esto también permite que se genere una mayor movilización ante estas afectaciones», señaló el investigador.

Ríos afirmó que la conflictividad ambiental es leve en comparación con la conflictividad que generan otras demandas. Entre 2016 y 2023 se registraron 392 conflictos ambientales, mientras solo entre abril y junio de este año, se registraron 320 conflictos por otros temas.

La ciudadanía no ha asumido todavía conciencia sobre la gravedad de la problemática ambiental y las autoridades rehúyen asumir su responsabilidad en la solución a los problemas ambientales que enfrenta Bolivia.

Informa: Inés Gonzales de ERBOL, Bolivia.

 

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Emisión Vespertina 23-07-2024