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En Bolivia, la crisis ante la escasez de agua no termina. Las pocas precipitaciones a finales de 2023 e inicios de 2024, no serían suficientes para abastecer la región de Potosí durante el segundo semestre de este año.

De acuerdo con información oficial, las lagunas Kari Kari, estructuras desde tiempos de la colonia, llegaron a almacenar hasta el 65% de su capacidad. Sin embargo, una inspección reciente de algunos vecinos reveló que algunas lagunas están vacías, y dudan que la cantidad almacenada de agua sea suficiente para abastecer la zona.

Según Rubén Méndez, director de Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS), para el mes de noviembre, Potosí no va a tener agua para el consumo humano.

El Gobierno nacional aprobó cerca de 170 millones de bolivianos para atender la crisis hídrica de 2024. Ya se están usando los recursos con algunos municipios declarados en emergencia. Por ello, el director de AAPS instó a los gobiernos locales declararse en emergencia para acceder a los recursos.

La zona periurbana de San Cristóbal, en Potosí, es una de la más golpeada por los escases de agua. Testimonios de vecinos indicaron que, a pesar del racionamiento de agua que afecta a más de 25 mil familias, la tarifa de consumo continúa subiendo.

También señalaron las dificultades que atraviesan para abastecerse con un poco de agua. “Nos levantamos a las 4 de la mañana para recoger lo poco que llega, al menos para el uso higiénico”, afirmaron, y añadieron que muchas veces no logran suministrarse o deben compartir con los demás vecinos.

 

Informa: Deivid Fernández de La Red ACLO de Bolivia.

 

Imagen de Archivo ANF Noticias


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