Durante el mes de mayo, Nicaragua, registró un aumento escalofriante de violencia hacia las mujeres. A inicios del mes, se contabilizaron 6 casos de asesinatos y feminicidios, elevando la cifra a 36 en lo que va de 2024.
Las mujeres, en su mayoría jóvenes madres, con edades comprendidas entre los 20 y los 35 años, fueron violentadas hasta ser asesinadas. También se reportó la desaparición de una joven indígena de la etnia Misquita cuyo cuerpo fue arrojado a un río.
Este alarmante incremento en los feminicidios debería ser motivo de alerta para las autoridades, sin embargo, las acciones estatales son consideradas insuficientes por defensoras de los derechos de las mujeres.
Ante las críticas, el gobierno de Daniel Ortega, representado por la vicepresidenta Rosario Murillo, anunció que no permanecerán inactivos frente a esta situación. Murillo señaló que la violencia contra las mujeres es un problema arraigado que no puede resolverse de la noche a la mañana, pero aseguró que se llevarán a cabo acciones en colaboración con diversas instituciones estatales para combatirla.
María Teresa Blandón, del programa feminista La Corriente, desde el exilio, cuestionó el papel tanto del Estado como de la sociedad nicaragüense en el aumento de violencia contra las mujeres. Denunció que la violencia machista se nutre de discursos de odio, impunidad y una arraigada cultura patriarcal.
Informa: Ingrid Burgos, ALER.