Durante la sesión 55 del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, se expuso un informe que señaló continuas violaciones a los derechos humanos en Nicaragua.
El informe reveló una persistente persecución del gobierno nicaragüense, liderado por Daniel Ortega, hacia opositores políticos, la iglesia católica y organizaciones de la sociedad civil.
La policía nacional empezó prohibiendo a la iglesia católica realizar sus tradicionales procesiones en las calles, a pesar de ser prácticas arraigadas en la cultura religiosa del país.
La Procuradora General de la República, Wendy Morales, rechazó el informe presentado ante la ONU, calificándolo de “injerencista y sesgado”. En su argumento señaló que carece de imparcialidad y obedece a criterios políticos imperialistas.
Sin embargo, representantes de diferentes colectivos desde el exilio agradecieron la presentación del informe y señalaron que las violaciones en Nicaragua no paran.
Tanto el Consejo de Derechos Humanos, como la Oficina del Alto Comisionado de la ONU, solicitaron al gobierno de Ortega que inicie un diálogo para resolver la crisis política que afecta al país desde abril de 2018.
Producción: ALER
