En Bolivia, la crisis hídrica en los departamentos del sur del país se intensifica y dejan a su paso efectos devastadores, todos ellos, atribuidos al cambio climático.
Los habitantes de Potosí se enfrentan a una situación crítica, a tres meses de la declaración de emergencia departamental por déficit hídrico, no existen cambios considerables ante esta problemática.
En octubre de 2023, el gobernador interino, Marco Antonio Copa, promulgó la Ley de Declaración de Emergencia Departamental para solventar la escasez del líquido vital.
La respuesta gubernamental buscó abordar la severidad de la crisis, pero a medida que el tiempo avanza, el sur del país experimenta un agravamiento de la situación.
La falta de precipitaciones y la disminución de fuentes de agua llevan a un déficit cada vez más pronunciado, y afecta no solo el suministro de agua potable, sino también genera preocupaciones sobre la seguridad alimentaria y las condiciones de vida en la región.
Reporta: David Fernández de la Red ACLO, Bolivia.