En medio de la negación oficial por parte del gobierno de Daniel Ortega sobre la existencia de persecución religiosa en Nicaragua, la realidad revela un panorama alarmante: en el último año, 37 sacerdotes, entre ellos 2 obispos, fueron desterrados, expulsados o se les prohibió el ingreso al país.
El caso más impactante, fue la detención de 15 sacerdotes y un obispo en el mes de diciembre de 2023. De acuerdo a especialistas en derechos humanos, la aprehensión masiva es un récord negativo en detenciones de líderes religiosos en la historia de Nicaragua.
El 14 de enero de 2024, el régimen de Ortega anunció la excarcelación y traslado al Vaticano de 15 sacerdotes, 2 obispos y 2 seminaristas, mediante un diálogo sostenido con la Santa Sede.
Mientras el gobierno acusa a la Iglesia Católica de haber apoyado las protestas de 2018, los religiosos, respaldados por informes de organismos internacionales de derechos humanos, permanecen al lado del pueblo, denunciando abusos y violaciones.
La falta de libertad religiosa en Nicaragua, según denuncias, se convierte en un desafío que afecta no solo a la Iglesia, sino también a la estabilidad y democracia del país.
Informa: Ingrid Burgos desde la Coordinación General ALER.