Según datos del Observatorio para la Exigibilidad de los Derechos de las Mujeres en Bolivia, desde enero hasta septiembre de 2022, se registraron 94 huérfanos y huérfanas por feminicidio. Sin embargo, los datos no se acercan a la realidad. De acuerdo a Mercedes Cortez Coordinadora Nacional de la Fundación Voces Libres, el Estado invisibiliza a los niños, niñas y adolescentes.
“Son cifras invisibles, no se habla de cuántos niños, niñas están en orfandad. Sus madres asesinadas y los padres presos o muertos también, porque después del homicidio se quitan la vida”, explicó Cortez.
En marzo de 2013, en Bolivia se aprobó la “Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida libre de Violencia”, como parte de las políticas para erradicar la violencia hacia las mujeres. Sin embargo, Mercedes Cortez afirmó que, a pesar de ser catalogada como la mejor de la región, no se aplica en su totalidad. “El tema de justicia no se aplica ni el 30%, porque no se designan recursos ni siquiera para promulgar esta ley (…) El sistema es insensible, es inerte, es burocrático, es revictimizador (…) y, ninguna mujer de escasos recursos, que no tenga un abogado particular detrás que le esté soportando legalmente y emocionalmente no va a denunciar. Esto sumaría también a los casos que quedan en impunidad.”, afirmó Cortez.
“Las mujeres son solo importantes cuando ya mueren. El Estado no te cree, te ignora y te dice que no es grave, porque mientras no estés en el hospital, con 10 impedimentos, no te hace caso” A esto, se refirió Cortez porque durante los procesos de denuncia, los jueces tienen agenda para el 2025, y “cuando la justicia tarda, ya no sirve”, argumentó Cortez.
La Fundación Voces Libres es una entidad humanitaria sin fines de lucro, apolítica y arreligiosa que trabaja desde hace 26 años en beneficio de la población más vulnerable de Bolivia: niños, niñas, adolescentes y mujeres que padecen algún tipo de violencia, y que viven en pobreza en los departamentos de Cochabamba, Potosí y la Paz. En 2011, como articulación de la función nació el Observatorio de Justicia, y desde entonces se lleva un registro de las víctimas de feminicidio.
Reporta: Inés Gonzales de ERBOL, Bolivia.