Dos sacerdotes, uno de ellos obispo, han denunciado hostigamiento policial tanto en sus parroquias como en el círculo familiar y pese a los llamados de la Conferencia Episcopal Nicaragüense el asedio continúa.
El gobierno y la policía no se pronuncian sobre estas denuncias, solo Juan Carlos Ortega, hijo de la pareja presidencial en sus redes sociales criticó a los líderes católicos, al igual lo hizo un reconocido comentarista sandinista en un medio de comunicación.
La iglesia católica ha jugado un rol preponderante en la crisis política del país, en 2018 fue garante del diálogo nacional entre el gobierno y la oposición y desde la fecha los sacerdotes asediados se han seguido pronunciando en contra de la violencia estatal.
Declaraciones de Monseñor Rolando Álvarez, cardenal Leopoldo Brenes y vicario Carlos Herrera.