En medio de los efectos más letales del coronavirus sobre la población peruana, con fallecidos que superan los más de 400 por día; el país enfrenta, adicionalmente, un fuego electoral cruzado.
Por un lado, la candidata de Fuerza Popular Keiko Fujimori y, de otro, Pedro Castillo, líder de Perú Libre. Uno de los dos saldrá elegido el próximo 6 de junio como el próximo presidente o presidenta de una nación peruana sumida en una crisis profunda no vista en los últimos 100 años.
El dilema para el elector mayoritario, no adepto a ambos candidatos, es que se encuentran en la disyuntiva de votar entre una candidata que arrastra el pasado corrupto de su padre, procesada por la justicia, con pedido de prisión por 30 años por el presunto delito de lavado de activos o, un candidato de izquierda que despierta temores por su plan de gobierno «comunista» y con presuntos lazos con grupos radicales como Sendero Luminoso y su brazo político, MOVADEF. Aunque Castillo lo ha deslindado, los sectores de la derecha y los medios de comunicación tradicionales se encargan de instalar sostenidamente esta idea.
La compleja realidad peruana no se estabilizará con la elección de su nuevo gobernante toda vez que el nuevo Congreso electo está tan fragmentado en su composición que los conflictos seguirán impidiendo un margen deseable de gobernabilidad. Hugo Ramírez, Coordinador General de ALER, realiza apuntes del momento político que vive el Perú, además de un análisis de los resultados electorales en Ecuador.
Producción. Norma Ramírez. ARPAS-El Salvador