La organización no gubernamental, Proyecto Mujeres (Proyecto M), lanzó en el Zulia, al occidente de Venezuela, el programa Niñas Visibles, para recolectar datos sobre la situación de niñas que viven en zonas vulnerables de la ciudad de Maracaibo, para conocer cómo están lidiando con temas como la higiene menstrual, especialmente en el contexto de escasez que vive el país, en el cual el acceso a toallas sanitarias, tampones y otros productos, es altamente costoso y muy limitado.
La directora de Proyecto M, Estefanía Reyes, indicó que además de conocer la situación de las niñas, con este programa pretendían acompañar e incluso capacitar y educar a niñas, niños y maestras, sobre el manejo de la higiene menstrual, así como para el uso de métodos alternativos sustentables como lo son la copa menstrual y las toallas reutilizables.
Explicó que el objetivo fundamental de Niñas Visibles era “brindarles (a las niñas) las herramientas y el conocimiento para que, encuentren métodos alternativos que sean sustentables y sostenibles en el tiempo, para que la menstruación no se convierta en un factor que contribuya en la inequidad y la desigualdad de género, porque está demostrado que en la medida que las niñas no pueden lidiar de manera digna y práctica con su menstruación, esto tiene como consecuencia el aumento del ausentismo escolar, incluso deserción escolar y muchos otros problemas que tienen que ver, no solamente con aspectos biológicos, sino también con aspectos sociales, en el desarrollo de las niñas”.
Estefanía Reyes insistía en que la estigmatización de la mujer por su periodo menstrual es un asunto recurrente en diversos países del mundo, con más o menos radicalidad según la cultura de cada sociedad y Venezuela no es la excepción.
“La menstruación en Venezuela y en la mayoría de los países sigue siendo un tabú, algunas culturas son incluso más cerradas que otras para sacar este tema al espacio político o al espacio social, pero Venezuela no es una excepción y lamentablemente el sistema educativo tampoco propone espacios para educar a las niñas y a los niños sobre esta temática. Esto, reduce a la menstruación a que sigue siendo incómoda, que genera vergüenza, que también contiene muchos mitos, entonces, todo el mundo da por sobrentendido que entendemos qué hacer con la menstruación, qué significa y cómo lidiar con ella, pero la verdad es que no es así, la verdad es que las niñas muchas veces no reciben la información adecuada ni en sus hogares ni en las escuelas, entonces, manejan el tema de la manera más insegura y con mayores consecuencias negativas en su autoestima y en su forma de llevar su estilo de vida”.
Añadió que, más allá de lo que pueda pensarse sobre la preparación y el conocimiento que las mujeres puedan tener, por el simple hecho de ser mujer, para lidiar con un proceso biológico natural como su menstruación, hacen falta muchos más espacios para conversar sobre el tema y la generación de esos espacios es parte del propósito del programa Niñas Visibles.
“yo creo que todas hemos vivido alguna vez, especialmente en la adolescencia, un episodio en el que nos manchamos, en el que estamos muy vulnerables ante lo que sucede en nuestro cuerpo y nos sentimos impotentes y avergonzadas de lo que nos sucede, y precisamente queremos sacar este tema a la luz para que la menstruación deje de ser un estigma y se convierta, sino en un instrumento empoderador, por lo menos en algo que no genere en las niñas un factor de desigualdad y que ellas a través de la menstruación entiendan también todos sus procesos biológicos y todo su ciclo menstrual y cómo apoderarse o apropiarse de su cuerpo en beneficio de todo su desarrollo, y que no sea más bien su cuerpo un instrumento de incógnitas y de procesos que no son capaces de entender”.
Actualmente el proyecto piloto de Niñas Visibles se ejecuta en alianza con la Escuela La Chinita de Fe y Alegría en el sector Cuatricentenario, uno de los sectores populares ubicados al oeste de la capital zuliana. Sobre la experiencia de estos primeros meses, señaló la activista en derechos de la mujer, Estefanía Reyes, que habían tenido muy buena receptividad de la población niñas y de niños en estos espacios, que incluso, siendo niñas, había mucho menos resistencias basadas en prejuicios construidos a partir de percepciones erradas asumidas por mujeres ya adultas.
Con el propósito de fomentar el uso de métodos alternativos para la higiene menstrual, Proyecto M mantiene activa una campaña en sus redes sociales para lograr donativos de copas menstruales para entregarlas a niñas de escasos recursos en Venezuela y apoyarles en un manejo digno y práctico de su periodo menstrual pese al contexto país en el que viven.
Iraní Acosta de Radio Fe y Alegría Venezuela nos informa:
Fuente: Radio Fe y Alegría Venezuela
Imágenes: @ProyectoMujeres