Skip to main content

Peru Fujimori.jpg

El exmandatario peruano, Alberto Fujimori, sufrió una descompensación tras saber que ha sido anulado su indulto humanitario, por lo que fue ingresado en una clínica. Según su médico, Fujimori habría recaído en un cuadro de fibrilación auricular paroxística, un mal cardíaco crónico que ameritó su hospitalización.

Aguinaga, médico personal de Fujimori, afirmó a periodistas que la orden judicial de retornar a prisión ha provocado en el ex presidente «una reaparición del cuadro de fibrilación auricular paroxística«, uno de los males crónicos que ya sufría antes de recibir el indulto.

Acompañado a esto existe una caída de la presión arterial, según indicó Aguinaga en declaraciones a periodistas en la puerta de la clínica, donde Fujimori permanece rodeado de sus hijos, en una unidad de cuidados intermedios, y donde ya se encuentra en custodia policial.

El ministro del Interior, Mauro Medina, dijo «ya está en condición de detenido«, en referencia a la situación legal de Fujimori, de 80 años de edad.

Agregó «sólo se espera su alta de la clínica para ser conducido al establecimiento que disponga el Instituto Nacional Penitenciario.«

Entre tanto, en un video grabado en la cama en la clínica, Fujimori pidió este jueves a las autoridades peruanas que no lo envíen de regreso a prisión, pues eso significará una «condena a muerte» para él.

El polémico indulto fue otorgado el 24 de diciembre de 2017 bajo serias sospechas de tratarse de un acuerdo político entre Fujimori y el entonces presidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski.

Sin embargo, este miércoles la sentencia del juez Hugo Núñez, del Juzgado de Investigación Preparatoria de la Corte Suprema de Perú, concluyó que el indulto no solo contiene irregularidades en su tramitación, sino que también contraviene los compromisos internacionales suscritos por el Estado peruano en materia de derechos humanos.

Alberto Fijimori deberá volver a la cárcel para continuar el cumplimiento de su condena a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad cometidos durante su gobierno entre 1990 y el año 2000. De esa condena aún le quedan por cumplir en prisión más de 14 años de pena, por lo que la terminaría de purgar en 2032, con 94 años.