José Ramón Cabañas, embajador de Cuba en los Estados Unidos, aseguró desde el aeropuerto de la ciudad de Nueva York, que el presidente Díaz Canel y su delegación regresan a la isla con la misión cumplida.
Fue una semana en la que el nuevo presidente cubano debió cumplir su primera misión ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) y realizar al mismo tiempo numerosas actividades en la ciudad de Nueva York, donde el apóstol de Cuba, José Martí, trabajó sin descanso durante quince años en los preparativos de la guerra justa, necesaria y breve contra la dominación española.
El ingeniero Miguel Díaz Canel Bermúdez, conocía los inmensos desafíos que enfrentaba en esta visita a los Estados Unidos, donde el gobierno del presidente Donald Trump ha revertido muchos de los avances que se habían alcanzado en el proceso de normalización de las relaciones entre los dos países.
Y fue precisamente esa circunstancia política la que le dio más relevancia a su desempeño como presidente de la nación caribeña, que tiene en las Naciones Unidas un sólido respaldo en la batalla de casi sesenta años contra el bloqueo y otras agresiones yanquis.
Díaz Canel pronunció tres discursos en la ONU: El primero en la Cumbre de Paz realizada en homenaje del líder sudafricano Nelson Mandela; el segundo en una reunión de alto nivel para el desarme nuclear; y el tercero y más extenso el pasado 26 de septiembre, cuando ratificó los principios de la Revolución Cubana, denunció el criminal bloqueo de los Estados Unidos e instó a Washington a una relación de iguales con Cuba, sobre la base del respeto a la soberanía cubana que haga posible una relación civilizada a pesar de las diferencias.
El presidente de Cuba recordó con orgullo que en Naciones Unidas le precedieron en el uso de la palabra Fidel Castro, Ernesto Che Guevara, Raúl Castro y el Canciller de la Dignidad Raúl Roa García, y dijo sentirse honrado por hablar en representación de Cuba el día exacto en que se cumplían 58 años del histórico discurso de Fidel Castro, el 26 de septiembre de 1960.
Y antes de tomarse este domingo una foto de cortesía con el personal estadounidense que le atendió durante su permanencia de una semana en Nueva York, Díaz Canel desarrolló una intensa agenda que incluyó encuentros con varios primeros mandatarios y otros funcionarios de países de los cinco continentes, así como con empresarios, parlamentarios, artistas y representantes de las distintas iglesias de Estados Unidos, así como con cubanos residentes en ese vecino país.
Las muestras de respeto y solidaridad hacia Cuba, tanto dentro de la ONU como en la ciudad de Nueva York, constituyen un anticipo de lo que seguramente será la vigésimo séptima victoria cubana contra el bloqueo, cuando el próximo 31 de octubre la delegación cubana presente ante la Asamblea General de la ONU el proyecto de resolución que pide a Washington eliminar esa cruel e ilegal política que por su alcance extraterritorial afecta no sólo a Cuba, sino a todas las naciones del mundo.
Pedro Martínez Pírez de Radio Habana nos informa:
Fuente: Radio Habana