Desde el 23 de agosto comenzó una intoxicación masiva en la zona de Quintero y Puchuncaví, ubicada en la región de Valparaíso. La situación dejó a más de 300 personas afectadas por intoxicación, alerta sanitaria, suspensión de clases y sin mayores sanciones al cordón industrial que produjo el colapso en la zona más abandonada de la V Región.
La Fundación Terram define las zonas de sacrificio como aquellos territorios de asentamiento humano devastados ambientalmente por causa del desarrollo industrial. Esta devastación tiene implicancias directas en el ejercicio pleno de los derechos fundamentales de las personas: derecho a la vida, a la salud, a la educación, al trabajo, a la alimentación, a la vivienda.
En Chile se reconocen de manera oficial cuatro, catalogadas en el país en contextos portuarios, en los territorios de Tocopilla/Mejillones (Región de Antofagasta), Huasco (Región de Atacama), Puchuncaví–Quintero (Región de Valparaíso) y Coronel (Región del Bío Bío). Estos espacios expuestos a grados extremos de contaminación y de degradación de la calidad de elementos imprescindibles para la vida humana tales como el agua o el aire, generados por una concentración industrial y de plantas termoeléctricas inédita.
Este lunes 24 de septiembre la Ministra de Medio Ambiente Carolina Schmidt decretó alerta sanitaria para la zona de Quinteros y Puchuncaví suspendiendo las faenas del cordón industrial de la zona.
Tania Valenzuela Consejera Regional y presidenta de la Comisión de Medio Ambiente de la Región de Valparaíso, valoró la medida. Sin embargo, precisó que hacen falta leyes ambientales que sancionen a las empresas al igual que dar solución en términos de salud a la población.
«Nos parece bien, sin embargo sabemos que la normativa ambiental de nuestro país es tremendamente permisiva por lo cual más allá de que ellos estén a cargo de este monitoreo necesitamos leyes que nos permitan sancionar a las empresas que hoy día están emanando gases de manera indiscriminada en el aire. Por otro lado, en términos de salud el hospital no ha dado abasto, tampoco sabemos que se necesitan especialistas en el lugar a lo cual el Ministerio de Salud tampoco ha dado señales de poder resolver en profundidad este problema. Entonces sabemos que la ciudadanía hoy tiene una desconfianza hacia el gobierno porque las autoridades la verdad no han dado el ancho para poder resolver la situación. Hoy día seguimos con personas intoxicadas y lo más grave es que no se sabe de dónde son estás emanaciones de gases que finalmente».
La situación para la zona de sacrificio Quinteros, Ventanas y Puchuncaví no cesa y la población sigue con desconfianza e incertidumbre. Hoy sólo queda estar atentos a que la medida de alerta sanitaria permita entregar seguridad y bienestar a la población afectada por cinco décadas de contaminación ambiental.
Informe de Carla Mancilla – Radio Universidad Austral de Chile.
Fotografía: Emol