En los últimos días, las comunidades de los municipios santandereanos San Gil y Mogotes han estado alzando su voz de protesta y rechazo ante un proyecto hidroeléctrico sobre el río Mogoticos, afirmando que este sólo traerá daños ambientales a la región. Gilberto Hernández Villalba, delegado de la Junta de Acción Comunal de la vereda Cañaveral Bajo y miembro de Asojuntas de San Gil, afirmó que la empresa Hidroturbinas Delta, la cual está a cargo de esta obra, venía recolectando firmas con los diferentes habitantes del sector aledaño al río Mogoticos, para poder ejecutar dicha obra, hasta que la misma comunidad conoció de los verdaderos daños ambientales que este traería consigo.
“Buscan desviar un porcentaje del río, y luego llevarlo por gravedad a un cuarto de máquinas, donde moverán unas turbinas y la energía que se genere irá hacia un mecanismo de almacenamiento, vendiéndola a todo el país. Llegaron como hace la mayoría de las empresas, vendiéndole a la comunidad cosas falsas como pavimentación de vías, construcción de canchas deportivas y centros educativos, centros de salud, mejorar niveles socioeconómicos de las personas, empleo (pero en cuanto a obra no calificada) y la mayoría como no tenían conocimiento estaban firmando el convenio”, afirmó el líder comunal.
Ante este panorama, los residentes de ambos municipios solicitaron a sus respectivas alcaldías y Concejos locales que se reunieran para dar a conocer las pretensiones de empresa en mención y buscar el apoyo para que no sea construida la hidroeléctrica, logrando su propósito porque tanto las autoridades de San Gil como de Mogotes plantearon un NO rotundo a esta iniciativa, ello por las afectaciones sociales, económicas y ambientales que acarrearía.
Por el momento, los líderes y organizaciones ambientales seguirán en su lucha por evitar que se lleve a cabo el proyecto, razón por la cual se siguen reuniendo y haciendo seguimiento a las actividades realizadas por Hidroturbinas Delta.