Juan Orlando Hernández ha tomado posesión de la presidencia de Honduras a través del fraude electoral, que se originó cuando el Tribunal Supremo Electoral inscribió su candidatura inconstitucional para participar en las elecciones generales.
Y por la fuerza de las armas policiales y militares, que hasta el momento ha dejado la cifra oficial de 34 personas asesinadas, miles de detenciones ilegales, cientos de personas sometidas a torturas y amenazas, y ataques contra la libertad de expresión.
El día de la toma de posesión de Juan Orlando Hernández, hubo dos escenas claras que marcan el destino del país para los próximos cuatro años. La primera escena fue con olor a gas lacrimógeno y la segunda con sabor a diplomacia; diplomacia legitimadora y cómplice que busca blanquear la dictadura.
Informe de José Peraza desde Radio Progreso