El fujimorismo y el acoso permanente al gobierno de Kuczsynski
A sólo 10 meses de la asunción del nuevo presidente de Perú, el partido liderado por la hija del dictador Alberto Fujimori, Keiko Fujimori, sigue con sus acciones para intentar debilitarlo.
Las próximas elecciones presidenciales son dentro de 4 años en 2021 pero a esta altura ya se cumplen los pronósticos previos que alertaban sobre la debilidad de un gobierno con un parlamento en contra.
En los últimos meses Marín Vizcarra, primer vicepresidente de la república y quien ocupo el cargo de ministro de Transporte y Comunicaciones hasta el pasado lunes 22 de mayo, enfrentó a serios cuestionamientos por la firma de una adenda al contrato del Aeropuerto Internacional de Chinchero con el consorcio Kuntur Wasi en el Cusco. Lo que se le cuestionaba era que las condiciones del documento suscripto no velan por la defensa de los intereses del país.
El domingo Vizcarra anunció la disolución de la adenda y el lunes presentó su renuncia al cargo de ministro. Pero el fujimorismo, que no le perdona su derrota a Peruanos por el Cambio, partido del actual mandatario, salió de inmediato a pedir la renuncia a la vicepresidencia de la república de Vizcarra.
Para el analista Javier Torres Soane, Vizcarra dejó el cargo de ministro pero no debe renunciar a la vicepresidencia porque se trata de un cargo para el que fue electo. En su opinión el fujimorismo quiere desestabilizar y el gobierno, plagado de técnicos, se encuentra en un terreno, el de la política, que nos les es cómodo.
Informe: Alexis Chévez – Radio Kampagkis de Santa María de Nieva, Perú.