El Papa Francisco exhortó hoy a periodistas y comunicadores de todo el mundo a alcanzar «una comunicación constructiva que, rechazando los prejuicios contra los demás, fomente una cultura del encuentro que ayude a mirar la realidad con auténtica confianza», en su mensaje dado a conocer hoy para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2017, que tendrá lugar el próximo 28 de mayo.
El mensaje se hace público hoy, con motivo de la fiesta de san Francisco de Sales, patrono de los periodistas.
En su carta, Francisco pidió a los periodistas comunicar «esperanza y confianza» y comparó la profesión con la del molinero, que puede decidir si tritura «trigo o cizaña», al propiciar «cada día mucha información para ofrecer un pan tierno y bueno a todos los que se alimentan de los frutos de su comunicación».
Para el Papa, el desarrollo tecnológico da a «muchísimos individuos» la posibilidad de «compartir inmediatamente noticias y de difundirlas de manera capilar. Estas noticias pueden ser bonitas o feas, verdaderas o falsas. Nuestros padres en la fe ya hablaban de la mente humana como de una piedra de molino que, movida por el agua, no se puede detener», inicia la misiva de Francisco titulada «No temas,que yo estoy contigo» (Is 43,5).
Jorge Bergoglio quiso con su mensaje «llegar y animar a todos los que, tanto en el ámbito profesional como en el de las relaciones personales, ‘muelen’ cada día mucha información para ofrecer un pan tierno y bueno a todos los que se alimentan de los frutos de su comunicación»
«Creo que es necesario romper el círculo vicioso de la angustia y frenar la espiral del miedo, fruto de esa costumbre de centrarse en las «malas noticias» como guerras, terrorismo, escándalos y frustraciones humanas», sostuvo.
Y consideró que «no se trata de favorecer una desinformación en la que se ignore el drama del sufrimiento, ni de caer en un optimismo ingenuo que no se deja afectar por el escándalo del mal» sino de tratar de «superar ese sentimiento de disgusto y de resignación que con frecuencia se apodera de nosotros, arrojándonos en la apatía, generando miedos o dándonos la impresión de que no se puede frenar el mal».
«En un sistema comunicativo donde reina la lógica según la cual para que una noticia sea buena ha de causar un impacto, y donde fácilmente se hace espectáculo del drama del dolor y del misterio del mal, se puede caer en la tentación de adormecer la propia conciencia o de caer en la desesperación», advierte el Papa e invita a ofrecer «narraciones de nuestro tiempo narraciones marcadas por la lógica de la ‘buena noticia'».
«Bajo la luz de Dios, que entregó a su hijo Jesús y le dijo «No temas, yo estoy contigo», sigue, «cada nuevo drama que sucede en la historia del mundo se convierte también en el escenario para una posible buena noticia, desde el momento en que el amor logra encontrar siempre el camino de la proximidad y suscita corazones capaces de conmoverse, rostros capaces de no desmoronarse, manos listas para construir», agregó el Papa.
También habló de «la esperanza fundada sobre la buena noticia», que «eleva nuestra humanidad» y brinda a cada hombre «la plena libertad» de elegir un «camino nuevo y vivo» y ser «testigos y comunicadores de una humanidad nueva, redimida».
La confianza en ese camino, añadió Francisco, «configura también nuestra manera de comunicar» y «nos hace capaces de trabajar -en las múltiples formas en que se lleva a cabo hoy la comunicación- con la convicción de que es posible descubrir e iluminar la buena noticia presente en la realidad de cada historia y en el rostro de cada persona».
«La esperanza -afirmó- es la más humilde de las virtudes, porque permanece escondida en los pliegues de la vida, pero es similar a la levadura que hace fermentar toda la masa».
El texto, explica que en la fiesta de San Francisco de Sales, el Papa «nos recuerda que la comunicación tiene el poder de crear puentes, de favorecer el encuentro y la inclusión», pues «sólo así lograremos enriquecer la sociedad».
«Como ‘profesionales del sector’, por lo tanto, estamos invitados a interrogarnos sobre nuestro aporte a la comprensión del mundo y de la vida del hombre», dice monseñor Vigano e invita a «reflexionar sobre las cuestiones a las que el Santo Padre nos exhorta»,.
Esto es, dice, promover «una comunicación constructiva, que rechazando los prejuicios para el otro, favorezca una cultura del encuentro» y ayude a «mirar la realidad con confianza clara».
Fuente: Hoy en la noticia