El sociólogo y filósofo polaco Zygmunt Bauman ha fallecido este lunes 09 de enero a los 91 años en Leeds, Inglaterra, según informa el diario de Varsovia Gazeta Wyborcza. Bauman murió en su casa, rodeado de su familia, según Anna Zejdler-Janiszewska, profesora de filosofía de Varsovia y amiga de Bauman, quien fue informada de su muerte por su esposa.
Con su muerte, se va uno de los intelectuales contemporáneos y sociólogos europeos más importantes de las últimas décadas, entre los más prolíficos y activos hasta los últimos momentos de su vida.
Las obras del pensador de izquierda de origen polaco exploraron la fluidez de la identidad en el mundo moderno, el Holocausto, el consumismo y la globalización.
Reconocido por un enfoque que incorporó filosofía y otras disciplinas, Bauman fue una fuerte voz moral para los pobres y desposeídos en un mundo vencido por la globalización. Ya sea que estuviera escribiendo sobre el Holocausto o la globalización, su enfoque se centró en cómo los seres humanos pueden crear una vida digna a través de decisiones éticas.
Escribió más de 50 libros, especialmente Modernidad y Holocausto (1989) en el que se diferenciaba con muchos otros pensadores que veían la barbarie del Holocausto como un fracaso en la modernidad.
Entre sus obras más significativas destacan La modernidad líquida (2000), considerada su obra cumbre, en la que observa cómo el capitalismo globalizado está acabando con la solidez de la sociedad industrial; Amor líquido (2005) y Vida líquida (2006).
Además es ator de títulos como La cultura como praxis (1973), La posmodernidad y sus descontentos (1997), La globalización: consecuencias humanas (1998), En búsqueda de la política (1999), La sociedad individualizada (2001) y Vidas desperdiciadas. La modernidad y sus parias(2005).
Bauman consideraba los exterminios masivos de los judíos como el resultado mismo de tales pilares de la modernidad como la industrialización y la burocracia racionalizada. “Fue el mundo racional de la civilización moderna lo que hizo pensar al Holocausto”, escribió Bauman.
Fuente: La Vanguardia