10 años de abusos sexuales a niños en un instituto católico de Argentina.
Se trata del Instituto Antonio Próvolo de la provincia de Mendoza donde, según las denuncias de varias familias, niños sordos e hipoacúsicos fueron sometidos a esas vejaciones durante 10 años. El lugar debía cuidarlos pero resultó ser un infierno de abusos sexuales y malos tratos.
Hasta ahora están detenidos 2 sacerdotes, un monaguillo y 2 empleados. Uno de los religiosos, el padre Nicola Corradi, de 82 años, tiene denuncias similares por abusos en el Instituto Próvolo de Verona Italia.
En declaraciones emitidas en Contacto Sur edición vespertina, el abogado de las familias denunciantes, Carlos Lombardi, relató que además de los abusos sexuales, el maltrato incluía “darles de comer hasta que los chios o las chicas vomitaran sobre su plato de comida, empujones, golpes”, entre otros “actos aberrantes cometidos por estos sacerdotes”.
Entrevistado por Radio La Mosquitera, Lombardi apuntó a “las responsabilidades tanto políticas como eclesiásticas” ya que antes de las denuncias de este año hubo otra “en el año 2008 ante la fiscalía número 11 y no se siguió la investigación”.
El letrado remarcó que “estos abusos se han desarrollado durante 10 años y recién ahora se conocen. Tanto la Dirección General de Escuelas que tenía control y supervisión sobre el instituto como las reparticiones de salud y el arzobispado de Mendoza tienen responsabilidades”.
La situación revelada en el Instituto Próvolo de Mendoza amerita debatir, según el abogado, “la separación de la iglesia y el estado, que no implica prohibir a la iglesia ni perseguir a nadie, sino poner a la iglesia en su lugar”.
Otro de los puntos preocupantes es el hecho de que las víctimas eran niños sordos e hipoacúsicos que eran abusados sexualmente y violentados en su inocencia. Alejandra Berlanga, de la organización de Padres Autoconvocados de Niños y Niñas con Discapacidad expresó que “pareciera ser que este instituto, con las características que ha tenido, ha sido además un productor de abusadores, porque estos curas pedófilos han abusado de jóvenes y niños y después esos jóvenes, esos niños, han continuado en el instituto, han tenido trabajo en este lugar y se han convertido también en abusadores. Esto es una cosa muy perversa y nosotros señalamos que hay una responsabilidad directa del Arzobispado de la Provincia de Mendoza y de la Iglesia en general”.
Además alertó sobre “la mecánica perversa que han tenido que es la de trasladar sacerdotes que han cometido vejámenes y violaciones en unos lugares a otros lugares donde siguen en contacto con niños o con jóvenes. Es realmente aberrante”.
Berlanga recordó que “en Italia, el juicio que se llevó a cabo en el 2008, justamente tenía que ver con las vejaciones que habían cometido estos curas pedófilos en Verona y muchos de ellos fueron trasladados a la Argentina”. El caso más grave es el de “Nicola Corradi, que viene de allá, con imputaciones en Italia y lo trasladan a la Argentina”.
La misma indignación expresó al recordar que “estamos hablando de años y años que se han cometido estos crímenes frente a la ausencia de la mirada de los adultos. Acá nadie sabía nada, todos están sorprendidos”.
El abogado Sergio Salinas, de la agrupación Xumec, que se presentó como querellante en la causa judicial, explicó que los acusados están “imputados por diferentes delitos, el que más choca es el abuso sexual agravado por acceso carnal, por haber sido cometido a menores aprovechándose de la situación de guarda, de indefensión. Pero existe otro, que es la corrupción agravada de menores, en este caso es corromper la inocencia de los menores en torno a la sexualidad”.