Autor: Alfredo Cepeda, Radio Huayacocotla, México
Fecha de Publicación:
Fidel Castro ha muerto, fue lo único que se le ocurrió decir a Donald Trump, como si le quitaran una espina que tenía clavada, el pasado 25 de Noviembre.
Fidel para los amigos, Castro, como para no decir su nombre, para los enemigos.
Para los cubanos que se fueron a Florida Estados unidos, huyendo de la revolución cubana era Castro. Desde allí se pusieron a planear su muerte desde hace cincuenta y cinco años.
Fidel lo nombran las multitudes que sepultaron con mucha tristeza a este dirigente de noventa años.
Para Donald Trump, Castro es el tirano que se libró de cien atentados contra su vida, sin que los gringos lo pudieran matar.
Fidel le dicen los jóvenes y la mayoría del pueblo de Cuba, pa{is donde se puso por delante la educación y la salud que todos pueden disfrutar.
Castro es la desesperación para los gobiernos de estados unidos que durante medio siglo mantuvieron el bloqueo del comercio y de la economía contra Cuba. Con ese bloqueo esperaban ahogar el proyecto de la revolución cubana. Y no lo lograron.
Fidel es el hombre que salió del puerto de Tuxpam en el yate Granma, un día como hoy el 2 de Diciembre de 1956, para empezar la guerra contra el dictador cubano. Iba junto con el Che Guevara. Con la guerrilla, desde la sierra maestra, lograron el triunfo el primero de enero de 1959.
A algunos nos tocó saberlo y vivirlo. La revolución cubana se convirtió en una señal de que el imperio del norte no era invencible. Fue una esperanza para los jóvenes de entonces. Como un motor que luego movió las conciencias del movimiento estudiantil del 68 y a los campesinos e indígenas por todo México y América Latina. La Revolución Cubana encabezada por Fidel fue la semilla para la rebelíón en Nicaragua y en el Salvador y para la rebelión indígena de Chiapas, con Emiliano Zapata acompañando.
La democracia cubana de Fidel, tiene un problema: cómo hacer para que un solo hombre no domine el gobierno medio siglo. La democracia gringa tiene otro problema peor: cómo impedir que un loco suelto como Donald Trump gane las elecciones y nos lleve a todos a la ruina.
Los que le dicen Castro a Fidel, no dicen que a pesar de todos los pesares, a pesar de las agresiones de afuera y de los errores de adentro, esta isla sufrida pero tercamente alegre ha generado la sociedad latinoamericana menos injusta, como lo dice Eduardo Galeano, el profeta del siglo 20. Mientras, la injusticia que hay en México es terriblemente violenta. Unos cuantos ricos son dueños de nuestro país y los gobernantes son prófugos de la justicia.
Fidel fue hombre de una sola pieza desde que se lanzó a la liberación de Cuba, hasta que murió a los noventa años. Por eso el papa Francisco dijo: Es una tristeza que haya muerto Fidel. Así pensamos también en Radio Huaya.