Tras el triunfo de Trump, serán claves los movimientos populares de todo el planeta.
Así lo expresó en Contacto Sur edición vespertina el ex diputado argentino y especialista en temas internacionales Carlos Raimundi. El magnate Donald Trump ganó la elección y será el presidente de los Estados Unidos hasta 2021. A pesar de ser un hombre rico y poderoso no tenía el apoyo del poder financiero del país ni de los grandes medios de comunicación que apoyaron a Hillary Clinton.
Sin embargo logró ganar la elección con un discurso racista, de desprecio a las mujeres, a los extranjeros y a los musulmanes y con la propuesta de pensar un país más hacia adentro que hacia afuera.
Para Carlos Raymundi, el triunfo de Trump, se debe entre otros factores a que el sistema actual “no ha generado ninguna otra cosa que sensación de derrota, de exclusión, de muerte y de injusticia”. Para él más allá de los pro y los contras del triunfo de Trump “la única manera de poder frenar el ritmo de una globalización opresora, es con la acción de los movimientos populares en distintos lugares del planeta”.
El ex legislador dijo a Contacto Sur que “no estoy perplejo porque venimos comprobando que hay una constante con pronunciamientos populares en repudio del sistema establecido y creo que este voto expresa eso”. En su visión “el sistema político convencional que representaba Hillary Clinton no puede generar ningún horizonte de esperanza, no ha generado ninguna otra cosa que sensación de derrota, de exclusión, de muerte, de injusticia”.
El triunfo de Trump “es negativo porque es un tipo tramposo, que toma los atajos para poderse enriquecer, que odia a los extranjeros, que desprecia a las mujeres”. Pero “¿Cómo se ofende más a la mujer? ¿Haciendo una declaración de desprecio? Sí, claramente. Pero matando miles de mujeres en Libia, también. Entonces no es que una cosa es mejor que la otra.”
Para Raimundi Trump “no va a poder detener la potencia colosal que tienen los grandes conglomerados financieros pero sí puede ponerles algunos obstáculos a los tratados de libre comercio, al sistema de liberalización absoluta que están buscando las grandes empresas, tratando de proteger a la industria de los Estados Unidos”.
Con respecto a América Latina el especialista en temas internacionales dijo a Aler que “es posible que desatienda la lucha por la liberalización de los mercados porque puede plantear en los foros internacionales medidas más proteccionistas”. En relación a Cuba “Trump para ganar el estado de Florida tenía que repudiar los acuerdos con Cuba y puede ser que ahora los haga retroceder hacia algo más parecido al bloqueo”.
Con relación a Venezuela “es muy fuerte el poder que tienen las empresas petroleras que están pugnando por la renta del petróleo en la principal reserva del mundo. Yo no sé si es Trump el que tiene la voz cantante o son las petroleras”.
Desde una visión latinoamericana Raimundi opinó que “lo peor que podríamos hacer es hacer una lectura lineal y pensar que todo será o para mejor o para peor. Hay que tomar aspectos parciales”. Para enfrentar lo que viene “nosotros tenemos que volver a constituir un sistema más coordinado en la región, en algunos lugares ocupando la presidencia como es el caso de Bolivia, de Ecuador o como el caso de Maduro en Venezuela, a pesar de la crisis que tiene su gobierno. En otros lugares, con liderazgos desde la oposición como en Brasil y de Argentina”.
El ex diputado argentino remarcó que “de la única manera que vamos a poder frenar el ritmo de una globalización opresora, injusta, que arroja refugiados permanentemente, pestes, muertes inocentes, bombardeos, armamentismo, es con movimientos populares en distintos lugares del planeta”.