Se cumplieron 50 años de la muerte del revolucionario argentino que fue parte de la Revolución Cubana y que se proponía llevar el socialismo a toda América Latina. En Bolivia fue atrapado y ejecutado en 1967 y terminó dejando la vida en la lucha por un mundo con justicia. En ese país se realizaron las actividades de conmemoración de aquella fecha con la participación del presidente Evo Morales y personas llegadas de todo el mundo.
Es un encuentro que se realiza todos los años en Valle Grande pero esta vez se decidió hacer un evento más grande invitando a organizaciones de toda Latinoamérica.
Ernesto Che Guevara de la Serna llegó a Bolivia en noviembre de 1966 e instaló a guerrilla en el poblado de Ñancahuazú junto con compañeros y compañeras de Bolivia, Cuba y Argentina. En ese momento el país sufría la dictadura del general René Barrientos, una de las más violentas contra su pueblo y con el apoyo de los Estados Unidos.
El gobierno de facto boliviano se enteró de la situación e instaló en la localidad de Valle Grande el mando militar ayudado por los servicios de inteligencia norteamericanos. La guerrilla del Che, una vez que tomó contacto con las organizaciones comunistas bolivianas formó el Ejercito de Liberación Nacional. Tras meses de una dura superviviencia en los montes bolivianos y una serie de combates que diezmaron a la guerrilla el 9 de octubre fueron emboscados por el ejército. Varios de ellos murieron y el Che fue detenido con otros compañeros en una escuela del pueblo La Higuera. Finalmente fue asesinado y desaparecido.
Al cumplirse 50 años, el gobierno boliviano junto con organizaciones sociales conmemoraron el paso del Che en Bolivia con un Encuentro de cinco días. Las actividades comenzaron el jueves 5 con charlas, presentaciones de libros y documentales, visitas a los sitios históricos y jornadas culturales. Llegaron organizaciones sociales y delegaciones de toda America Latina y del mundo. Se calcula que durante estos días llegaron a Valle Grande alrededor de 20 mil personas para ser parte del Encuentro.
Para el evento se organizaron campamentos para los asistentes y se pusieron a disposición todos los alojamientos de Valle Grande, los cuales declararon que habían agotado sus espacios. En estos campamentos se reunieron las delegaciones llegadas de todas las ciudades bolivianas y latinoamericanas. Mañana y tarde se vaciaban para asistir a las actividades previstas y al medio día y por la noche se podían ver las ollas populares dispuestas por las organizaciones. Durante estos días también se realizó una feria de salud que contó con médicos cubanos y bolivianos. Viajaron por los pueblos de la región atendiendo gratuitamente a la población y llevando información sobre cómo cuidar la salud. También estuvieron presentes durante el Encuentro en Valle Grande para todos y todas las asistentes.
Además se realizó el II Encuentro de Comunicación antimperialista donde participaron comunicadores y comunicadoras de toda América Latina. Estuvieron presentes en una de las charlas los ex guerrilleros Pombo y Urbano, quienes formaron parte de la guerrilla en Bolivia y sobrevivieron de la emboscada. Contaron su experiencia, su tiempo junto al Che Guevara y afirmaron también que su espíritu revolucionario sigue vivo en los miles de jóvenes que se encontraban en el Encuentro.
El día domingo por la mañana llegó el presidente Evo Morales quien acampo en las carpas como las miles de personas que llegaron al Encuentro. Ese día se hizo la caravana Antimperialista hasta La Higuera, el lugar donde asesinaron al Che Guevara y sus compañeros. Fue un largo recorrido hasta llegar al sitio histórico donde se hizo un acto conmemorativo en el que participaron cientos de personas. El presidente Evo Morales junto al ex guerrillero Pombo realizaron una ofrenda a la estatua del Che Guevara que actualmente se encuentra allí.
Cada noche se pudo disfrutar de una velada cultural para la cual fueron convocados decenas de artistas Latinoamericanos. También se contaba con la presencia de la gastronomía boliviana que acompañó los almuerzos y cenas del encuentro. A su vez se realizaron muestras de fotografías y visitas guiadas a los sitios históricos de Valle Grande como el mausoleo del Che Guevara la Fosa de los guerrilleros, La higuera o la lavandería. En cada uno de ellos los guías explicaban partes de la historia de los guerrilleros y su paso por Bolivia. Rafael Jaldín, presidente de la Juventud Departamental de Chuquisaca del Movimiento al Socialismo, rescató la importancia de la recuperación del pensamiento del Che Guevara en el momento actual de la Patria Grande.
Una de las intenciones del Encuentro fue visibilizar a los guerrilleros bolivianos que se unieron valientemente. Se trató de veinticuatro hombres que llegaron de los distintos departamentos. Eran 26 estudiantes, obreros, mineros y trabajadores de fábricas. Entre ellos se encontraba el guerrillero Inti Peredo quien sobrevivió a la emboscada pero fue asesinado tres años después al intentar reeditar la experiencia de Nancahuazú. A lo largo del encuentro se reforzó la idea de la lucha antimperialista en medio de una coyuntura difícil para los pueblos latinoamericanos.
En las charlas miembros de las delegaciones de Argentina, Venezuela y Brasil contaban la situación en sus países, el avance de los sectores de derecha y la resistencia de las organizaciones sociales. Finalmente el día lunes se hizo el acto de cierre. A las primeras horas de la mañana grupos de música folklórica de Bolivia comenzaron a sonar despertando a quienes se alojaban en el campamento principal. Desde temprano empezaron a reunirse los asistentes al Encuentro en el predio dispuesto para la última jornada.
Organizaciones sociales y las delegaciones de los países latinoamericanos llenaron el espacio con sus banderas. El escenario central fue ocupado por los principales referentes de los movimientos sociales bolivianos y latinoamericanos, también estuvieron presentes los hijos e hijas del Che Guevara que llegaron de Cuba y varios compañeros vinculados a la guerrilla de Ñancahuazú.
El cierre estuvo a cargo de Evo Morales que llamó a retomar la lucha antimperialista. De esta forma concluyó el Encuentro por los 50 años de la presencia del Che Guevara en Bolivia. Miles de personas retornaron a sus países con la conciencia de continuar con el legado que dejó el guerrillero latinoamericano.